El solomillo ibérico es una pieza de forma alargada y cilíndrica. De color rojo oscuro, con muy poca infiltración grasa y muy tierno. Pesa 350 gr aproximadamente y está situado pegado al espinazo, en la parte que se encuentra al lado del jamón.
El solomillo ofrece una consistencia suave con el sabor intenso del ibérico. Un bocado exquisito marcado por su suavidad y ternura.